viernes, 5 de junio de 2020

LA TIERRA HERIDA.

Nos 
Hoy, día 5 de junio, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, aunque debería denominarse el día a la Tierra maltratada, La Tierra herida, título de un libro de Miguel Delibes y Miguel Delibes de Castro, padre e hijo; libro que subtitulan "¿Qué mundo heredaran nuestros hijos?"

¡Ya no llueve n esta tierra!


Nos roban la primavera, la nieve está sucia en invierno;
solo queda en las cumbres y en mi pelo;
Los ventisqueros se funden, y los torrentes se secan,
el gris otoño no llega, se desparrama en el viento,
Cálido y seco el estío, ha perdido su color. 

 la luz no es ya la de antaño, incrementa su fulgor.

El prado no es el que fue, su frescura está ya ausente, 
 el prado no es el de siempre, ha perdido su verdor. 
 Tórrido viento nos quema; el Sol, arriba, inclemente,
  nos hostiga sin piedad, nada nos protege de él; 
 el árbol seco, sin hojas, sobre la tierra reseca, 
 moribundo permanece bajo el cielo rutilante, 
 la vista enturbia mi mente, enerva mi alma paciente 
 y seca mi corazón. 

Ya no llueve en esta tierra, el campo, triste y herido, 
 muestra llagas compungido; las semillas no germinan, 
 no habrá trigo en el granero, ni harina de la molienda; 
 No habrá pan en la despensa, los pobres no lo tendrán. 
 No tendrán el pan ni paz, nada que apague su hambre,
 ni leña en la chimenea, sin calor en el hogar.

Bartmarts 
24.01.15








domingo, 12 de enero de 2020

En recuerdo de Manolo Vera, que nos dejó un frío día de invierno.



    A Manolo Vera, un hombre bueno de tierra adentro, 
que vivió a orillas de la mar y nos dejó un frío día de enero manchego.


Foto Mari Luz Muñoz



















¿Qué hace a orillas de la mar
un hombre de tierra adentro?
Escuchar a cielo abierto 
una caracola marina,
que encierra una sinfonía
que embruja, y quita el aliento;
sonido sabor a viento,
a brea y a son de sal.

¿Qué hace a  orillas de la mar
un hombre de tierra adentro?
Meditar a cielo abierto
contemplando el firmamento,
deslumbrado por el sol,
 que reverbera  en el mar.

¿No se aturde su mirada 
con tanto azul en el cielo
y azul y verde de mar,
en contraste con el ocre 
y verde monte de su Castilla natal;
y del Llano, que amarillea en verano,
cuando la mies ya madura
se siega, trilla, se lleva al granero;
del granero a la molienda al molino,
harina que se convierte en el pan?

O, tal vez, dormitar
bajo protectora sombrilla,
soñando junto a la orilla
que escucha en la caracola
la sinfonía del mar,
sintiendo la dulce brisa
que relaja su semblante.

¿Qué hace a orillas de la mar
un hombre de tierra adentro?
Saborear sensaciones
de sol, aire, sal y mar,
sintiendo sobre su rostro
la dulce brisa marina.

El mar ya no huele a brea;
el mar ya no es el de antaño…
El mar se viste de luto
y llora desconsolado.
¡Escucha la caracola!
¿Oyes el llanto del mar?

                                              Santiago de la Ribera/San Javier, julio 18. 
Modificado en Cieza, enero de 2019.