—¡Que se vayan! —Gritan desaforados los más pendencieros y seguros de su superioridad racial, los conocidos desde siempre como patasnegras , portadores de los reconocidísimos jamomes y demás productos charcuteros de la conocida denominación.
—¡Que se vayan! —Dice a coro el resto de la piara, con el espíritu gregario que caracteriza a la masa amorfa e indolente de cerdos y otras especies.
—¡Que se vayan, que han venido a quitarnos lo nuestro! —Repiten con insistencia y rabia los primeros, alentados por un verraco descomunal.
CONCLUSIÓN::
Con el debido respeto…
De cerdo a cerdo ( o de humano a humano; u otras combinaciones posibles…), NO SEAS RACISTA, ni me vengas con cuentos que para eso ya estoy yo. Hay artesa para todos, y pienso también, aunque no repartido con equidad; bellotas, no tanto, aunque se las comen siempre, los mismos…
De mi cuaderno A salto de mata. Diario revuelto sin orden ni concierto
En Cieza a 9 de junio de 2013