viernes, 3 de julio de 2015

EL MERCADER DE VENECIA, GRECIA, EUROPA Y LA TROIKA.


Recuerden la historia llevada al teatro por Shakespeare en la que Basanio, un noble veneciano, que ha dilapidado su fortuna, pide al mercader Antonio tres mil ducados para poder continuar su noviazgo con la bella y rica heredera Porcia. Antonio tiene todo su dinero invertido en su negocio y pide, para ayudar a Basanio, el dinero al usurero Shylock, al que habría insultado con anterioridad por sus prácticas de usura. Shylock accede a concederle el préstamo con una vengativa condición: si la cantidad prestada no es devuelta en la fecha fijada para la cancelación del préstamo, Shylock, el usurero, tendrá derecho a tomar una libra de carne del cuerpo de Antonio.


Basanio consigue casarse con Porcia, que lo ama, y los navíos de Antonio, con sus mercancías naufragan llevando a Antonio a la ruina y a la imposibilidad de devolver el préstamo en la fecha fijada. Antonio pide el perdón al usurero, ofreciéndole pagar el triple de la cantidad prestada, pero Shylock quiere vengarse y escarmentarlo.
El asunto es llevado ante el Dux y Porcia, disfrazada de abogado, argumenta ante el Dux que se le debe dar al prestamista lo acordado, una libra de carne, pero solo una libra de carne, y si derrama una sola gota de sangre, que no está en el contrato, deberá ser condenado a muerte, por derramar sangre de cristiano.
Shylock queda pues chasqueado, y Antonio con la mitad de la fortuna del usurero y otros parabienes, amén de otras desgracias que le suceden a Shylock.
Salvo el final de esta historia, ¿no les suena que hay cierto paralelismo con lo que ocurre entre Grecia (Antonio-Basanio) y Shylock (Troika-acreedores) y Porcia (Europa). Digo salvo el final, aparte de algún que otro detalle, porque la historia de Grecia y sus prestamistas no  sabemos cómo acabará, aunque barruntamos que en esta Skylock se saldrá con la suya. Aquí no hay Dux que imparta justicia, ni los socios europeos (Europa-Porcia) están por colaborar.

1 comentario:

  1. Y Mariano en el papel, que le va al pelo, de lacayo...¡ Del usurero, claro!

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