PRÓLOGO
Antes de que la niebla del tiempo embote mi mente, nuble mis sentidos y vaya ahuyentando los recuerdos, quiero poner sobre el papel la historia del niño y del adolescente que pienso que fui; acontecimientos de mi vida pasada: unos, tal vez reales, y otros quizás ficticios, soñados o ensoñados, frutos de las trampas que la memoria nos hace insertar en los recuerdos, con la subjetividad que la propia perspectiva dicta e impone a la inexistente realidad absoluta.
Ya sé que mis recuerdos, a veces, son quimeras, imágenes en el espejo de mi mente que el tiempo y mi capacidad creativa (mi imaginación y mis deseos) han ido forjando. El objeto real, o casi, tal vez existió en un tiempo, hace mucho, pero cuando lo rememoramos aquel ya no existe como tal, evidentemente, y tal vez no existió nunca como lo recordamos. Otros recuerdos los conservo, no por tener consciencia de haberlos vividos, sino por haber sido recordados, (con las mismas trampas y mecanismos antes aludidos), por otros que fueron testigos y me los repitieron a mí, tal vez de forma reiterada...
(Continuará, no sé cuándo ni cómo, pero continuará)
¡Pues espero que pronto! Porque ya quisiera leerte.
ResponderEliminarMe he acordado leyendo tu prólogo de la canción de Luz Casal: Miro hacia atrás y busco entre mis recuerdos ... Para encontrar la niña que fui... 😊
Y me encanta esa foto 😍
Por lo leído manifiestas estar totalmente capacitado para continuar, más pronto que tarde, con la tarea, que seguro que te ilusiona. ! Ya tienes a otro que está deseando seguir leyendo!. Un abrazo y al toro.
ResponderEliminarEstimado Bartolo, me gustan esas reflexiones tuyas. Adelante, no dejes de escribir las memorias que a muchos nos encataría leer.
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